lunes, 27 de mayo de 2019

Hernia Inguinal


Una hernia inguinal se produce cuando un tejido, como el epiplón, o parte del intestino, sobresale a través de un punto débil en los músculos abdominales. El bulto resultante puede ser doloroso, especialmente cuando toses, te inclinas o levantas un objeto pesado.

Una hernia inguinal no es peligrosa necesariamente. Sin embargo, si no mejora por sí sola, puede provocar complicaciones potencialmente mortales. Es probable que el médico recomiende la cirugía para reparar una hernia inguinal que es dolorosa o que se agranda. La reparación de hernia inguinal es un procedimiento quirúrgico frecuente.

Síntomas
Los signos y síntomas de la hernia inguinal incluyen:
·        Un bulto en el área sobre cualquiera de los lados del pubis, que se hace más obvio cuando estás en posición vertical y especialmente si toses o haces un esfuerzo
·        Una sensación de ardor o de dolor en el área del bulto



·        Dolor o incomodidad en la ingle, especialmente cuando te inclinas, toses o levantas algún peso
·        Una sensación de pesadez o arrastre en la ingle




·        Debilidad o presión en la ingle
·        En ocasiones, dolor e hinchazón alrededor de los testículos cuando la parte sobresaliente del intestino desciende hacia el escroto
Deberías poder empujar suavemente la hernia hacia adentro del abdomen cuando estés acostado. Si no es posible, aplicar hielo en el área puede reducir la hinchazón lo suficiente como para que la hernia se introduzca con facilidad. También puede ayudar acostarse con la pelvis en una posición más arriba que la cabeza.




Signos y síntomas en niños
Las hernias inguinales en los recién nacidos y los niños son causadas por una debilidad en la pared abdominal que se presenta en el nacimiento. A veces la hernia puede ser visible solo cuando un bebé lactante llora, tose o realiza un esfuerzo durante la evacuación intestinal. Se puede poner irritable y tener menos apetito que lo habitual.
En un niño más grande, es probable que la hernia sea más obvia cuando el niño tose o realiza esfuerzos durante la evacuación intestinal o permanece de pie durante un largo período.




Hernia encarcelada
Si no puedes empujar la hernia hacia adentro, sus contenidos pueden quedar atrapados (encarcelados) en la pared abdominal. Una hernia encarcelada se puede estrangular, lo que interrumpe el flujo sanguíneo hacia el tejido que está atrapado. Una hernia estrangulada puede ser mortal si no se trata prontamente.
Los signos y síntomas de una hernia estrangulada incluyen:
·        Náuseas, vómitos o ambos
·        Fiebre
·        Dolor repentino que se intensifica rápidamente
·        Un bulto de hernia que se vuelve rojo, morado u oscuro
·        No poder evacuar el intestino ni expulsar gases (datos de oclusión intestinal)
Si tienes cualquiera de estos síntomas, llama al médico de inmediato.




Cuándo consultar con el médico
Visítanos o agenda una cita en Surgery & OB Health Care si tienes un bulto doloroso u obvio en la ingle, al costado del hueso púbico. El bulto será probablemente más obvio cuando estás de pie, y generalmente lo puedes sentir si pones la mano directamente sobre el área afectada. Busca atención médica de inmediato si el bulto de la hernia se pone rojo, violáceo, o de color oscuro.

Causas
Algunas hernias no tienen alguna causa aparente. Otras pueden ocurrir como resultado de:
·        Aumento de la presión Intra-abdominal.
·        Alguna zona de debilidad previa en la pared abdominal.




·        Esfuerzo durante la evacuación intestinal o micción.
·        Actividad Vigorosa,
·        Embarazo.
·        Tos crónica o estornudos.




En muchas personas, la debilidad de la pared abdominal que lleva a la formación de una hernia inguinal ocurre desde el nacimiento  cuando la cubierta propia del abdomen (peritoneo) no se cierra apropiadamente.  Otras hernias inguinales se desarrollan con el paso del tiempo cuando los músculos se debilitan o deterioran como consecuencia de la edad, de actividades físicas vigorosas por periodos prolongados, o en personas con tos crónica por fumar.
La debilidad de la pared abdominal puede ocurrir también secundaria a una lesión o a una cirugía abdominal.
En los hombres, comúnmente puede haber un área de debilidad en el canal inguinal por donde el cordón espermático entra al escroto. En las mujeres, el canal inguinal protege una estructura que ayuda a mantener el útero en su lugar, y las hernias en ocasiones ocurren cuando el tejido conectivo del útero se adhiere al tejido circundante del hueso Púbico.



Factores de riesgo
Entre los factores que contribuyen a desarrollar una hernia inguinal se incluyen:
·        Ser de sexo masculino. Los hombres son ocho veces más propensos a desarrollar un hernia inguinal que las mujeres.
·        Ser adulto mayor. Los músculos se debilitan a medida que envejeces.
·        Ser de raza blanca.
·        Antecedentes familiares. Tienes un pariente cercano, como padres o hermanos, que tiene esta afección.
·        Tos crónica, como la tos del tabaquismo.
·        Constipación crónica. La constipación provoca un esfuerzo durante las evacuaciones intestinales.
·        Embarazo. El embarazo puede debilitar los músculos abdominales y causar más presión dentro de tu abdomen.
·        Nacimiento prematuro y bajo peso al nacer.
·        Una hernia o una reparación de hernia inguinal previa. Incluso si la hernia anterior ocurrió en la niñez, tienes mayor riesgo de desarrollar otra hernia inguinal.



Complicaciones
Las complicaciones de una hernia inguinal comprenden:
·        Presión en los tejidos cercanos. La mayoría de las hernias inguinales se agrandan con el tiempo si no son reparadas quirúrgicamente. En los hombres, las hernias grandes se pueden extender hacia el escroto, lo que causa dolor e hinchazón.
·        Hernia encarcelada. Si los contenidos de la hernia quedan atrapados en un punto débil en la pared abdominal, la hernia puede obstruir el intestino, causando un dolor intenso, náuseas, vómitos y la incapacidad de tener movimiento intestinal o despedir gases.
·        Estrangulación. Una hernia encarcelada puede cortar el flujo sanguíneo en una parte del intestino. La estrangulación puede producir la muerte de los tejidos intestinales afectados. Una hernia estrangulada es potencialmente mortal y requiere cirugía inmediata.



Prevención
No es posible prevenir el defecto congénito que aumenta la propensión a una hernia inguinal. Pero sí puedes reducir la tensión en los tejidos y los músculos abdominales. Por ejemplo:
·        Mantén un peso saludable. Consulta con tu médico sobre el mejor plan de ejercicios y dieta para ti.
·        Concéntrate en los alimentos con alto contenido de fibra. Las frutas, los vegetales y los cereales integrales contienen fibra y pueden ayudar a prevenir el estreñimiento y el esfuerzo relacionado.
·        Levanta los objetos pesados con cuidado, o evita levantar cosas pesadas. Si debes levantar algo pesado, dobla siempre las rodillas, no la cintura.
·        Deja de fumar.Además de su relación con muchas enfermedades graves, fumar suele causar una tos crónica que puede ocasionar o empeorar una hernia inguinal.
·        No confíes en un braguero. Usar una prenda de soporte diseñada para mantener a la hernia en su lugar (braguero para hernias) no corrige el problema ni evita complicaciones. El médico te puede recomendar un braguero para hernias durante un breve período antes de la cirugía como ayuda para que te sientas más cómodo, pero no es un reemplazo para la cirugía.



Diagnóstico
Probablemente solo se necesita realizar una exploración física para diagnosticar una hernia inguinal. El médico verificará si hay un protuberancia en la zona inguinal. Es posible que el médico te solicite que te pares y tosas o que hagas un esfuerzo, porque estas acciones permiten determinar con mayor facilidad si hay una hernia.
Si el diagnóstico no es evidente, es posible que el médico pida un diagnóstico por imágenes, como una ecografía abdominal (CT) o resonancia magnética (MRI).




Tratamiento
Si tu hernia es pequeña y no te causa molestias, quizás tu doctor recomiende esperar y vigilarla. En los niños, el doctor quizás intente aplicar presión manual para reducir el bulto antes de considerar la cirugía.
Las hernias agrandadas o dolorosas generalmente requieren cirugía para aliviar las molestias y evitar complicaciones graves.
Hay dos tipos generales de operaciones para hernia — la reparación abierta y la reparación laparoscópica.




Reparación abierta de hernia (Plastia Inguinal)
En este procedimiento, que se puede realizar con anestesia general o anestesia local y sedación, el cirujano realiza una incisión en la ingle y empuja el tejido que sobresale al interior del abdomen. Luego, el cirujano cose el área debilitada y con frecuencia la refuerza con una malla sintética (hernioplastia). La abertura se cierra después con puntos, grapas o adhesivo quirúrgico.
Después de la cirugía, se te pedirá que te muevas lo antes posible, pero podrían pasar varias semanas antes de que puedas retomar tus actividades cotidianas.




Laparoscopía.
En este procedimiento mínimamente invasivo, que requiere anestesia general, el cirujano opera a través de varias incisiones pequeñas en el abdomen. Se usa gas para inflar el abdomen y hacer que sea más fácil ver los órganos internos.
Un tubo pequeño equipado con una cámara diminuta (laparoscopio) se inserta por una incisión. Guiado por la cámara, el cirujano inserta pequeños instrumentos a través de las otras incisiones para reparar la hernia con una malla artificial.
Las personas que tienen una reparación laparoscópica pueden tener menos malestar y cicatrices después de la cirugía y pueden regresar más rápido a sus actividades habituales. Pero algunos estudios indican que es más probable que suceda la recurrencia de la hernia con la reparación laparoscópica que con una cirugía abierta.
La laparoscopía permite al cirujano evitar el tejido cicatricial de una reparación anterior de la hernia, por lo que es una buena opción para las personas cuya hernia reaparece después de una cirugía de hernia tradicional. También podría ser una buena opción para las personas con hernias en ambos lados del cuerpo (bilateral).
Algunos estudios indican que una reparación laparoscópica puede aumentar el riesgo de complicaciones y de recurrencia.
Si el procedimiento es realizado por un cirujano con amplia experiencia en reparaciones laparoscópicas de hernia, los riesgos son menores.





Preparación para la consulta
Es probable que comiences por consultar a tu profesional de atención médica primaria. La siguiente información te ayudará a prepararte para la consulta.
Qué puedes hacer
Haz una lista con:
·        Tus síntomas, incluso aquellos que no parezcan estar relacionados a la razón por la que pediste la cita
·        Tu información personal principal, incluyendo cambios recientes en tu vida, y antecedentes de salud en tu familia
·        Todos los medicamentos, vitaminas u otros suplementos que tomes, con sus dosis
·        Preguntas que quieras hacerle a tu doctor
Si fuera posible, lleva contigo a un familiar o un amigo para ayudarte a recordar la información que te den.




Algunas preguntas básicas para hacerle a tu médico sobre la hernia inguinal incluyen:
·        ¿Qué puede estar causando mis síntomas?
·        ¿Hay otras causas posibles?
·        ¿Qué exámenes necesito hacerme?
·        ¿Este trastorno probablemente es temporario, o es crónico?
·        ¿Cuál es la mejor forma de proceder?
·        ¿Qué alternativas hay al enfoque primario que sugiere?
·        Si necesito hacerme cirugía, ¿cómo será mi recuperación?
·        Tengo estas otras enfermedades. ¿Cuál es la mejor manera de controlarlas de manera conjunta?
·        ¿Qué puedo hacer para evitar que el problema se vuelva a presentar?
No dudes en hacer otras preguntas.




Qué esperar del médico
Probablemente tu doctor te haga varias preguntas, como ser:
·        ¿Cuándo comenzaron tus síntomas?
·        ¿Tus síntomas siguen igual, o han empeorado?
·        ¿Te duele el abdomen o la ingle? ¿Hay algo que mejore o empeore el dolor?
·        ¿Qué tipo de actividad física haces en tu trabajo? ¿Qué otras actividades físicas haces regularmente?
·        ¿Tienes antecedentes de estreñimiento?
·        ¿Has tenido una hernia inguinal previamente?
·        ¿Fumas, o eras fumador? Si es así, ¿cuánto?



Qué puedes hacer mientras tanto
Idealmente debes llevar un protocolo para poder tener una cirugía electiva que resuelva tu problema de salud pero que al mismo tiempo te ofrezca los menores riesgos, por lo que en Surgery &OB Health Care podemos llevar el control de tu padecimiento hasta culminar en una Cirugía Programada; mientras tanto debes tener un reposo relativo sin actividades que pongan en riesgo o compliquen tu hernia; es importante buscar atención médica de urgencia si tienes náuseas, vómitos o fiebre, o si el bulto de la hernia no se puede regresar al interior del abdomen aplicando presión suave con tu mano o se pone rojo, púrpura u oscuro.


lunes, 20 de mayo de 2019

Complicaciones en el Embarazo



¿Cuáles son algunas de las complicaciones comunes del embarazo?
Algunas mujeres tienen problemas de salud durante el embarazo. Estas complicaciones pueden afectar la salud de la madre, del feto o de ambos. Incluso las mujeres que estaban sanas antes del embarazo pueden tener complicaciones. Estas complicaciones hacen del embarazo un embarazo de alto riesgo. 



Obtener cuidados prenatales regulares desde el inicio del embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar problemas, ya que permite a los médicos diagnosticar, tratar o controlar los problemas que surjan antes de que se tornen graves.
Algunas de estas complicaciones del embarazo incluyen:
  • Presión arterial alta
  • Diabetes gestacional
  • Preeclampsia
  • Trabajo de parto prematuro
  • Pérdida del embarazo


Presión arterial alta
La presión arterial alta, también llamada hipertensión, ocurre cuando se estrechan las arterias que transportan la sangre del corazón a los órganos del cuerpo. Esto hace que aumente la presión en las arterias. En el embarazo, esto puede dificultar el pasaje de sangre a la placenta, que brinda nutrientes y oxígeno al feto.1 Un flujo sanguíneo reducido puede restringir el crecimiento del feto y hacer que la madre corra más riesgo de trabajo de parto prematuro y preeclampsia.
Las mujeres con presión arterial alta antes del embarazo continuarán controlando este problema con medicamentos durante el embarazo. La presión arterial alta que se desarrolla durante el embarazo se conoce como hipertensión gestacional. En 2009, por ejemplo más del 4% de las mujeres estadounidenses embarazadas desarrolló esta enfermedad durante el embarazo. En general, la hipertensión gestacional se desarrolla en la segunda mitad del embarazo y desaparece después del parto.




Diabetes Gestacional
Se habla de diabetes gestacional cuando una mujer que no tenía diabetes antes del embarazo desarrolla la enfermedad durante el mismo posterior a la semana 14 del embarazo.
Normalmente, el organismo transforma parte de los alimentos en un azúcar llamado glucosa. La glucosa es la principal fuente de energía del organismo. Luego de la digestión, la glucosa ingresa a la sangre para darle energía al cuerpo.
Para que la glucosa pase de la sangre a las células del cuerpo, el páncreas produce una hormona llamada insulina. En la diabetes gestacional, los cambios hormonales del embarazo hacen que el cuerpo no produzca suficiente insulina o no la use con normalidad. En cambio, la glucosa se acumula en la sangre lo que provoca diabetes —niveles altos de azúcar en la sangre.
Con el paso del tiempo, los niveles altos de glucosa pueden provocar problemas de salud graves como enfermedades cardíacas, problemas de visión y enfermedades renales.
Controlar la diabetes gestacional, al seguir el tratamiento indicado por el médico, es el mejor modo de reducir o prevenir problemas asociados con los niveles altos de azúcar en la sangre durante el embarazo. Si no se controla, puede provocar presión arterial alta debido a la preeclampsia y que el bebé sea muy grande (Macrosomía Fetal), lo que aumenta el riesgo de parto por cesárea o incluso muerte fetal (Óbito).





Preeclampsia
La preeclampsia es una enfermedad grave que puede provocar un parto prematuro. Se desconoce su causa, pero algunas mujeres tienen mayor riesgo. Los factores de riesgo incluyen:
  • Primer embarazo
  • Preeclampsia en un embarazo anterior
  • Problemas existentes como presión arterial alta, diabetes, enfermedades renales y lupus eritematoso sistémico
  • Tener 35 años o más
  • Embarazo múltiple (dos o más fetos)
  • Obesidad
  • Ser afroamericana


Trabajo de parto prematuro
El trabajo de parto prematuro es el trabajo de parto que comienza antes de las 37 semanas de gestación. Un bebé nacido antes de 37 semanas corre más riesgo de tener problemas de salud, en la mayoría de los casos debido a que los órganos como los pulmones y el cerebro terminan de desarrollarse en las últimas semanas de gestación (39 a 41 semanas).
Ciertas enfermedades como las infecciones, tener un cuello uterino corto (por razones que se desconocen, algunas mujeres tienen el cuello uterino más corto de lo normal) o haber tenido partos prematuros anteriores aumentan el riesgo de un trabajo de parto prematuro. A veces puede detenerse o ralentizarse el trabajo de parto prematuro con medicamentos a los que llamamos Tocoliticos o Uteroinhibidores.
La progesterona, una hormona que se produce naturalmente durante el embarazo, se puede usar para ayudar a evitar el trabajo de parto prematuro. Un estudio de investigación descubrió que dar los suplementos de progesterona a mujeres con alto riesgo de trabajo de parto prematuro debido a un parto prematuro anterior reduce en un tercio el riesgo de un nacimiento prematuro subsiguiente.





Pérdida del embarazo/aborto espontáneo
"Aborto espontáneo" es el término utilizado para describir  la pérdida del embarazo por causas naturales antes de las 20 semanas de gestación. Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG por sus siglas en inglés), hasta un 20% de los embarazos termina en un aborto espontáneo.8 Los signos pueden incluir sangrado vaginal o manchas, calambres o pérdida de líquidos o tejidos por la vagina. Sin embargo, el sangrado vaginal no significa que una mujer esté teniendo o vaya a tener un aborto espontáneo. Las mujeres que tengan sangrado vaginal en cualquier momento del embarazo deben comunicarse con su médico.
A la pérdida del embarazo luego de las 20 semanas de gestación se le llama parto/nacimiento de un niño muerto o también conocido como Óbito. En aproximadamente la mitad de los casos informados, los médicos no pueden determinar la causa de la pérdida. Sin embargo, los problemas de salud que pueden contribuir al nacimiento de un niño muerto incluyen anormalidades cromosómicas, problemas con la placenta, crecimiento fetal deficiente, enfermedades crónicas de la madre como Diabetes e Hipertensión) e infecciones. 




Otras complicaciones
Otras complicaciones del embarazo, que no son tan comunes, incluyen las siguientes:
  • Náuseas y vómitos graves y persistentes. Si bien tener algunas náuseas y vómitos durante el embarazo es normal, en especial en el primer trimestre, algunas mujeres tienen síntomas más graves que duran hasta el tercer trimestre.

    Se desconoce la causa de la forma más grave de este problema, conocido como Hiperémesis Gravídica. Las mujeres con hiperémesis gravídica tienen náuseas que no desaparecen, pérdida de peso, menor apetito, deshidratación o alteraciones en los electrolitos y sensación de desmayo.
Las mujeres afectadas podrían requerir hospitalización para recibir líquidos y nutrientes por vía endovenosa. Algunas mujeres se sienten mejor después de las 20 semanas de embarazo, mientras que otras tienen los síntomas durante todo el embarazo.




  • Anemia por deficiencia de hierro. Las mujeres embarazadas necesitan más hierro de lo normal debido a que durante el embarazo producen más cantidad de sangre. Los síntomas de una deficiencia de hierro incluyen sensación de cansancio o desmayos, falta de aire y palidez. Dado que estos síntomas son comunes en todas las mujeres embarazadas, los médicos verifican los niveles de hierro durante todo el embarazo. El ACOG recomienda el consumo de 27 miligramos de hierro diarios (cantidad que se encuentra en la mayoría de las vitaminas prenatales) para reducir el riesgo de anemia por deficiencia de hierro. Algunas mujeres podrían necesitar hierro extra mediante suplementos de hierro.



Si estás embarazada y has notado alguno o varios de los síntomas que te hemos presentado en esta publicación, pide una cita en Surgery & OB HealthCare para iniciar el protocolo adecuado de diagnóstico y el tratamiento eficaz de manera oportuna.