¿Cuáles son algunas de las complicaciones comunes
del embarazo?
Algunas mujeres tienen problemas de salud durante el embarazo. Estas
complicaciones pueden afectar la salud de la madre, del feto o de ambos.
Incluso las mujeres que estaban sanas antes del embarazo pueden tener
complicaciones. Estas complicaciones hacen del embarazo un embarazo
de alto riesgo.
Obtener cuidados prenatales regulares desde el inicio del embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar problemas, ya que permite a los médicos diagnosticar, tratar o controlar los problemas que surjan antes de que se tornen graves.
Obtener cuidados prenatales regulares desde el inicio del embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar problemas, ya que permite a los médicos diagnosticar, tratar o controlar los problemas que surjan antes de que se tornen graves.
Algunas de estas complicaciones del embarazo incluyen:
- Presión
arterial alta
- Diabetes
gestacional
- Preeclampsia
- Trabajo
de parto prematuro
- Pérdida del embarazo
La presión arterial alta, también llamada hipertensión, ocurre cuando se
estrechan las arterias que transportan la sangre del corazón a los órganos del
cuerpo. Esto hace que aumente la presión en las arterias. En el embarazo, esto
puede dificultar el pasaje de sangre a la placenta, que brinda nutrientes y
oxígeno al feto.1 Un flujo sanguíneo reducido puede restringir
el crecimiento del feto y hacer que la madre corra más riesgo de trabajo de
parto prematuro y preeclampsia.
Las mujeres con presión arterial alta antes del embarazo continuarán
controlando este problema con medicamentos durante el embarazo. La presión
arterial alta que se desarrolla durante el embarazo se conoce como hipertensión
gestacional. En 2009, por ejemplo más del 4% de las mujeres estadounidenses
embarazadas desarrolló esta enfermedad durante el embarazo. En
general, la hipertensión gestacional se desarrolla en la segunda mitad del
embarazo y desaparece después del parto.
Se habla de diabetes gestacional cuando una mujer que no tenía diabetes
antes del embarazo desarrolla la enfermedad durante el mismo posterior a la
semana 14 del embarazo.
Normalmente, el organismo transforma parte de los alimentos en un azúcar
llamado glucosa. La glucosa es la principal fuente de energía del organismo.
Luego de la digestión, la glucosa ingresa a la sangre para darle energía al
cuerpo.
Para que la glucosa pase de la sangre a las células del cuerpo, el
páncreas produce una hormona llamada insulina. En la diabetes gestacional, los
cambios hormonales del embarazo hacen que el cuerpo no produzca suficiente
insulina o no la use con normalidad. En cambio, la glucosa se acumula en la
sangre lo que provoca diabetes —niveles altos de azúcar en la sangre.
Con el paso del tiempo, los niveles altos de glucosa pueden provocar
problemas de salud graves como enfermedades cardíacas, problemas de visión y
enfermedades renales.
Controlar la diabetes gestacional, al seguir el tratamiento indicado por
el médico, es el mejor modo de reducir o prevenir problemas asociados con los
niveles altos de azúcar en la sangre durante el embarazo. Si no se controla,
puede provocar presión arterial alta debido a la preeclampsia y que el bebé sea
muy grande (Macrosomía Fetal), lo que aumenta el riesgo de parto por cesárea o
incluso muerte fetal (Óbito).
La preeclampsia es una enfermedad grave que puede provocar
un parto prematuro. Se desconoce su causa, pero algunas mujeres tienen mayor
riesgo. Los factores de riesgo incluyen:
- Primer embarazo
- Preeclampsia en un embarazo anterior
- Problemas existentes como presión arterial alta, diabetes,
enfermedades renales y lupus eritematoso sistémico
- Tener 35 años o más
- Embarazo múltiple (dos o más fetos)
- Obesidad
- Ser afroamericana
El trabajo de parto prematuro es el trabajo de parto que comienza antes
de las 37 semanas de gestación. Un bebé nacido antes de 37 semanas corre más
riesgo de tener problemas de salud, en la mayoría de los casos debido a que los
órganos como los pulmones y el cerebro terminan de desarrollarse en las últimas
semanas de gestación (39 a 41 semanas).
Ciertas enfermedades como las infecciones, tener un cuello uterino corto
(por razones que se desconocen, algunas mujeres tienen el cuello uterino más
corto de lo normal) o haber tenido partos prematuros anteriores aumentan el
riesgo de un trabajo de parto prematuro. A veces puede detenerse o ralentizarse
el trabajo de parto prematuro con medicamentos a los que llamamos Tocoliticos o
Uteroinhibidores.
La progesterona, una hormona que se produce naturalmente durante el
embarazo, se puede usar para ayudar a evitar el trabajo de parto prematuro. Un
estudio de investigación descubrió que dar los suplementos de progesterona a
mujeres con alto riesgo de trabajo de parto prematuro debido a un parto
prematuro anterior reduce en un tercio el riesgo de un nacimiento prematuro
subsiguiente.
"Aborto espontáneo" es el término utilizado para
describir la pérdida
del embarazo por causas naturales antes de las 20 semanas de
gestación. Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG por sus
siglas en inglés), hasta un 20% de los embarazos termina en un aborto
espontáneo.8 Los signos pueden incluir sangrado vaginal
o manchas, calambres o pérdida de líquidos o tejidos por la vagina. Sin
embargo, el sangrado vaginal no significa que una mujer esté teniendo o vaya a tener
un aborto espontáneo. Las mujeres que tengan sangrado vaginal en
cualquier momento del embarazo deben comunicarse con su médico.
A la pérdida del embarazo luego de las 20 semanas de gestación se le
llama parto/nacimiento de un niño muerto o también conocido como Óbito. En
aproximadamente la mitad de los casos informados, los médicos no pueden
determinar la causa de la pérdida. Sin embargo, los problemas de salud que
pueden contribuir al nacimiento de un niño muerto incluyen anormalidades
cromosómicas, problemas con la placenta, crecimiento fetal deficiente,
enfermedades crónicas de la madre como Diabetes e Hipertensión) e
infecciones.
Otras complicaciones del embarazo, que no son tan comunes, incluyen las
siguientes:
- Náuseas y vómitos graves y persistentes. Si bien tener algunas náuseas y vómitos durante el embarazo
es normal, en especial en el primer trimestre, algunas mujeres tienen
síntomas más graves que duran hasta el tercer trimestre.
Se desconoce la causa de la forma más grave de este problema, conocido como Hiperémesis Gravídica. Las mujeres con hiperémesis gravídica tienen náuseas que no desaparecen, pérdida de peso, menor apetito, deshidratación o alteraciones en los electrolitos y sensación de desmayo.
Las mujeres afectadas podrían requerir hospitalización para recibir
líquidos y nutrientes por vía endovenosa. Algunas mujeres se sienten mejor
después de las 20 semanas de embarazo, mientras que otras tienen los síntomas
durante todo el embarazo.
- Anemia por deficiencia de hierro. Las mujeres embarazadas necesitan más hierro de lo normal
debido a que durante el embarazo producen más cantidad de sangre. Los
síntomas de una deficiencia de hierro incluyen sensación de cansancio o
desmayos, falta de aire y palidez. Dado que estos síntomas son comunes en
todas las mujeres embarazadas, los médicos verifican los niveles de hierro
durante todo el embarazo. El ACOG recomienda el consumo de 27 miligramos
de hierro diarios (cantidad que se encuentra en la mayoría de las
vitaminas prenatales) para reducir el riesgo de anemia por deficiencia de
hierro. Algunas mujeres podrían necesitar hierro extra mediante
suplementos de hierro.
Si estás embarazada y has notado
alguno o varios de los síntomas que te hemos presentado en esta publicación,
pide una cita en Surgery & OB HealthCare para iniciar el protocolo adecuado de diagnóstico y el tratamiento
eficaz de manera oportuna.
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