lunes, 20 de mayo de 2019

Complicaciones en el Embarazo



¿Cuáles son algunas de las complicaciones comunes del embarazo?
Algunas mujeres tienen problemas de salud durante el embarazo. Estas complicaciones pueden afectar la salud de la madre, del feto o de ambos. Incluso las mujeres que estaban sanas antes del embarazo pueden tener complicaciones. Estas complicaciones hacen del embarazo un embarazo de alto riesgo. 



Obtener cuidados prenatales regulares desde el inicio del embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar problemas, ya que permite a los médicos diagnosticar, tratar o controlar los problemas que surjan antes de que se tornen graves.
Algunas de estas complicaciones del embarazo incluyen:
  • Presión arterial alta
  • Diabetes gestacional
  • Preeclampsia
  • Trabajo de parto prematuro
  • Pérdida del embarazo


Presión arterial alta
La presión arterial alta, también llamada hipertensión, ocurre cuando se estrechan las arterias que transportan la sangre del corazón a los órganos del cuerpo. Esto hace que aumente la presión en las arterias. En el embarazo, esto puede dificultar el pasaje de sangre a la placenta, que brinda nutrientes y oxígeno al feto.1 Un flujo sanguíneo reducido puede restringir el crecimiento del feto y hacer que la madre corra más riesgo de trabajo de parto prematuro y preeclampsia.
Las mujeres con presión arterial alta antes del embarazo continuarán controlando este problema con medicamentos durante el embarazo. La presión arterial alta que se desarrolla durante el embarazo se conoce como hipertensión gestacional. En 2009, por ejemplo más del 4% de las mujeres estadounidenses embarazadas desarrolló esta enfermedad durante el embarazo. En general, la hipertensión gestacional se desarrolla en la segunda mitad del embarazo y desaparece después del parto.




Diabetes Gestacional
Se habla de diabetes gestacional cuando una mujer que no tenía diabetes antes del embarazo desarrolla la enfermedad durante el mismo posterior a la semana 14 del embarazo.
Normalmente, el organismo transforma parte de los alimentos en un azúcar llamado glucosa. La glucosa es la principal fuente de energía del organismo. Luego de la digestión, la glucosa ingresa a la sangre para darle energía al cuerpo.
Para que la glucosa pase de la sangre a las células del cuerpo, el páncreas produce una hormona llamada insulina. En la diabetes gestacional, los cambios hormonales del embarazo hacen que el cuerpo no produzca suficiente insulina o no la use con normalidad. En cambio, la glucosa se acumula en la sangre lo que provoca diabetes —niveles altos de azúcar en la sangre.
Con el paso del tiempo, los niveles altos de glucosa pueden provocar problemas de salud graves como enfermedades cardíacas, problemas de visión y enfermedades renales.
Controlar la diabetes gestacional, al seguir el tratamiento indicado por el médico, es el mejor modo de reducir o prevenir problemas asociados con los niveles altos de azúcar en la sangre durante el embarazo. Si no se controla, puede provocar presión arterial alta debido a la preeclampsia y que el bebé sea muy grande (Macrosomía Fetal), lo que aumenta el riesgo de parto por cesárea o incluso muerte fetal (Óbito).





Preeclampsia
La preeclampsia es una enfermedad grave que puede provocar un parto prematuro. Se desconoce su causa, pero algunas mujeres tienen mayor riesgo. Los factores de riesgo incluyen:
  • Primer embarazo
  • Preeclampsia en un embarazo anterior
  • Problemas existentes como presión arterial alta, diabetes, enfermedades renales y lupus eritematoso sistémico
  • Tener 35 años o más
  • Embarazo múltiple (dos o más fetos)
  • Obesidad
  • Ser afroamericana


Trabajo de parto prematuro
El trabajo de parto prematuro es el trabajo de parto que comienza antes de las 37 semanas de gestación. Un bebé nacido antes de 37 semanas corre más riesgo de tener problemas de salud, en la mayoría de los casos debido a que los órganos como los pulmones y el cerebro terminan de desarrollarse en las últimas semanas de gestación (39 a 41 semanas).
Ciertas enfermedades como las infecciones, tener un cuello uterino corto (por razones que se desconocen, algunas mujeres tienen el cuello uterino más corto de lo normal) o haber tenido partos prematuros anteriores aumentan el riesgo de un trabajo de parto prematuro. A veces puede detenerse o ralentizarse el trabajo de parto prematuro con medicamentos a los que llamamos Tocoliticos o Uteroinhibidores.
La progesterona, una hormona que se produce naturalmente durante el embarazo, se puede usar para ayudar a evitar el trabajo de parto prematuro. Un estudio de investigación descubrió que dar los suplementos de progesterona a mujeres con alto riesgo de trabajo de parto prematuro debido a un parto prematuro anterior reduce en un tercio el riesgo de un nacimiento prematuro subsiguiente.





Pérdida del embarazo/aborto espontáneo
"Aborto espontáneo" es el término utilizado para describir  la pérdida del embarazo por causas naturales antes de las 20 semanas de gestación. Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG por sus siglas en inglés), hasta un 20% de los embarazos termina en un aborto espontáneo.8 Los signos pueden incluir sangrado vaginal o manchas, calambres o pérdida de líquidos o tejidos por la vagina. Sin embargo, el sangrado vaginal no significa que una mujer esté teniendo o vaya a tener un aborto espontáneo. Las mujeres que tengan sangrado vaginal en cualquier momento del embarazo deben comunicarse con su médico.
A la pérdida del embarazo luego de las 20 semanas de gestación se le llama parto/nacimiento de un niño muerto o también conocido como Óbito. En aproximadamente la mitad de los casos informados, los médicos no pueden determinar la causa de la pérdida. Sin embargo, los problemas de salud que pueden contribuir al nacimiento de un niño muerto incluyen anormalidades cromosómicas, problemas con la placenta, crecimiento fetal deficiente, enfermedades crónicas de la madre como Diabetes e Hipertensión) e infecciones. 




Otras complicaciones
Otras complicaciones del embarazo, que no son tan comunes, incluyen las siguientes:
  • Náuseas y vómitos graves y persistentes. Si bien tener algunas náuseas y vómitos durante el embarazo es normal, en especial en el primer trimestre, algunas mujeres tienen síntomas más graves que duran hasta el tercer trimestre.

    Se desconoce la causa de la forma más grave de este problema, conocido como Hiperémesis Gravídica. Las mujeres con hiperémesis gravídica tienen náuseas que no desaparecen, pérdida de peso, menor apetito, deshidratación o alteraciones en los electrolitos y sensación de desmayo.
Las mujeres afectadas podrían requerir hospitalización para recibir líquidos y nutrientes por vía endovenosa. Algunas mujeres se sienten mejor después de las 20 semanas de embarazo, mientras que otras tienen los síntomas durante todo el embarazo.




  • Anemia por deficiencia de hierro. Las mujeres embarazadas necesitan más hierro de lo normal debido a que durante el embarazo producen más cantidad de sangre. Los síntomas de una deficiencia de hierro incluyen sensación de cansancio o desmayos, falta de aire y palidez. Dado que estos síntomas son comunes en todas las mujeres embarazadas, los médicos verifican los niveles de hierro durante todo el embarazo. El ACOG recomienda el consumo de 27 miligramos de hierro diarios (cantidad que se encuentra en la mayoría de las vitaminas prenatales) para reducir el riesgo de anemia por deficiencia de hierro. Algunas mujeres podrían necesitar hierro extra mediante suplementos de hierro.



Si estás embarazada y has notado alguno o varios de los síntomas que te hemos presentado en esta publicación, pide una cita en Surgery & OB HealthCare para iniciar el protocolo adecuado de diagnóstico y el tratamiento eficaz de manera oportuna.


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