jueves, 14 de mayo de 2020

Ecografía en el Embarazo

Ecografía en el Embarazo 


Descripción general

Una ecografía fetal (Sonografía o Ultrasonido) es una técnica de diagnóstico por imágenes que usa ondas de sonido para producir imágenes que permiten ver al feto en el útero. Las imágenes de las ecografías fetales pueden ayudar a que en Surgery & OB Heallth Care podamos evaluar el crecimiento y el desarrollo del bebé, y monitorear el embarazo. En algunos casos, la ecografía fetal se usa para evaluar posibles problemas o ayudar a confirmar un diagnóstico.


La primera ecografía fetal, por lo general, se realiza durante el primer trimestre para confirmar el embarazo y calcular el tiempo de gestación. Si el embarazo sigue sin complicaciones, la próxima ecografía suele realizarse durante el segundo trimestre, cuando son visibles los detalles anatómicos. Si se sospecha que exista un problema, se podrían recomendar pruebas de diagnóstico por imágenes adicionales o ecografías de seguimiento, como una resonancia magnética.
Existen dos tipos principales de ecografías fetales:
  • Ecografía transvaginal. En este tipo de ecografía fetal, se coloca en la vagina un dispositivo con forma de varilla, denominado transductor, que emite ondas sonoras y capta sus reflexiones. Las ecografías transvaginales se utilizan con mayor frecuencia durante las primeras etapas del embarazo. Este tipo de ecografía también se podría hacer si una ecografía transabdominal no brindó suficiente información.
  • Ecografía transabdominal. Una ecografía fetal transabdominal se realiza moviendo el transductor sobre el abdomen.



También hay varios otros tipos de ecografías transabdominales disponibles:
  • Evaluación ecográfica especializada. Este tipo de examen puede ser necesario en determinadas circunstancias, como cuando se sabe o se sospecha de una anomalía fetal. En esta situación, una evaluación más detallada puede proporcionar información adicional acerca de la anomalía.
  • Ecografía tridimensional. Este examen proporciona una visualización bidimensional de los datos tridimensionales. Este tipo de ecografía a veces se utiliza para ayudar a los profesionales de salud a detectar anomalías faciales o defectos del tubo neural.
  • Ecografía Doppler. Una ecografía Doppler mide pequeños cambios en las ondas ecográficas a medida que rebotan sobre objetos en movimiento, como las células sanguíneas. Puede proporcionar detalles acerca del flujo sanguíneo del bebé.
  • Ecocardiograma fetal. Este examen proporciona una imagen detallada del corazón del bebé. Puede utilizarse para confirmar o para descartar un defecto cardíaco congénito.


Por qué se realiza

El estudio ecográfico del primer trimestre se realiza para evaluar la presencia, el tamaño y la ubicación del embarazo, determinar la cantidad de fetos y estimar el tiempo que lleva de embarazo (edad gestacional). La ecografía también se puede utilizar para los análisis de detección genéticos del primer trimestre, y también para detectar cualquier tipo de anomalía del útero y del cuello uterino.

Durante el segundo o tercer trimestre se realiza una ecografía estándar para evaluar varias características del embarazo, incluida la anatomía fetal. Este estudio generalmente se realiza entre las semanas 18 y 20 de embarazo. Sin embargo, el momento de la ecografía se puede modificar por motivos como obesidad, lo que podría limitar la visualización del feto.
Durante el segundo y el tercer trimestre, tal vez se necesite una evaluación ecográfica limitada cuando sea necesario investigar un tema específico. Por ejemplo, podría evaluarse el crecimiento fetal y la estimación del volumen de líquido amniótico. Se realiza un análisis especializado o en detalle cuando se sospecha sobre la presencia de una anomalía según los antecedentes u otros resultados de estudios prenatales.

El proveedor de atención médica puede usar la ecografía fetal para:
  • Confirmar el embarazo y la ubicación. Algunos fetos se desarrollan fuera del útero, en las trompas de Falopio. Una ecografía fetal puede ayudar al profesional de salud a detectar un embarazo fuera del útero (embarazo ectópico).
  • Determinar la edad gestacional del bebé. Conocer la edad gestacional del bebé puede ayudar al profesional de salud a determinar la fecha del parto y hacer el seguimiento de varios puntos importantes a lo largo del embarazo.
  • Confirmar la cantidad de bebés. Si el profesional de salud sospecha un embarazo múltiple, podrá realizar una ecografía para confirmar la cantidad de bebés.
  • Evaluar el crecimiento de tu bebé. El profesional de salud puede usar la ecografía para determinar si el bebé crece a una velocidad normal. La ecografía se puede utilizar para controlar los movimientos del bebe, la respiración y la frecuencia cardíaca.
  • Estudiar la placenta y los niveles de líquido amniótico. La placenta le proporciona al bebé los nutrientes vitales y sangre rica en oxígeno. Un volumen demasiado grande o demasiado pequeño de líquido amniótico (el líquido que rodea al bebé en el útero durante el embarazo) o las complicaciones con la placenta requieren una atención especial. Una ecografía puede ayudar a evaluar la placenta y el líquido amniótico que rodea al bebé.
  • Identificar defectos congénitos. Una ecografía puede ayudar al profesional de salud a detectar determinados defectos congénitos.
  • Investigar las complicaciones. Si estás sangrando o si tienes otras complicaciones, una ecografía podría ayudar al profesional de salud a determinar la causa.
  • Realizar otros estudios prenatales. El profesional de salud podría usar la ecografía para guiar la colocación de la aguja durante ciertos estudios prenatales, como la amniocentesis o el análisis de vellosidades coriónicas.
  • Determinar la posición fetal antes del parto. La mayoría de los bebés se ubican de cabeza al final del tercer trimestre. Sin embargo, esto no siempre sucede. Las imágenes ecográficas pueden confirmar la presentación del bebé de manera que el profesional de salud puede informarte acerca de las opciones del parto.


La ecografía fetal solamente debe realizarse por motivos médicos válidos. No se recomienda hacer una ecografía fetal solo para determinar el sexo del bebé. Asimismo, la ecografía fetal no se recomienda al solo fin de obtener imágenes o videos de recuerdo.
Si el profesional de salud no sugiere una ecografía fetal, pero deseas una ecografía para quedarte tranquila, comunícale a tu médico esta inquietud para determinar entre los dos cuál es la mejor decisión para ti y tu bebé.

Riesgos

Se ha utilizado la ecografía de diagnóstico durante el embarazo durante muchos años y, por lo general, se considera segura cuando se usa adecuadamente. Debe utilizarse la menor cantidad de energía de ultrasonido que brinda una evaluación exacta.
La ecografía fetal también tiene limitaciones. La ecografía fetal podría no detectar todos los defectos de nacimiento, o podría sugerir incorrectamente la presencia de un defecto congénito cuando no lo hay.

Cómo prepararse

Se te podría solicitar que bebas una determinada cantidad de líquido o evites orinar antes de una ecografía fetal, según el tipo de ecografía. Cuando programes tu ecografía, solicita instrucciones al profesional de salud.
Ten presente también que la ecografía fetal puede realizarse a través de la vagina (transvaginal) o sobre el abdomen (transabdominal), según el motivo por el que se hace o la etapa de tu embarazo. Si se te practica una ecografía transabdominal, considera utilizar ropa suelta para que puedas exponer fácilmente el abdomen.



Lo que puedes esperar

Durante el procedimiento

Durante una ecografía fetal transabdominal, te reclinarás sobre una camilla de exploración y tu abdomen quedará expuesto. El profesional de salud o el técnico te aplicará un gel especial sobre el abdomen. Este producto mejorará la conducción de las ondas sonoras y eliminará el aire entre la piel y el transductor.
El profesional de salud o técnico moverá o explorará con el transductor de un lado a otro sobre el abdomen. Las ondas sonoras reflejadas sobre los huesos y otros tejidos se convertirán en imágenes en un monitor.
El profesional de salud o el técnico tomará medidas de la anatomía del bebé. También podría imprimir o almacenar algunas imágenes para documentar estructuras importantes. Probablemente te den copias de algunas imágenes.
Según la posición del bebé y la etapa del desarrollo, tal vez puedas distinguir la cara, las manos y los dedos, o los brazos y las piernas. No te preocupes si no puedes «ver» a tu bebé. A una persona sin entrenamiento le puede resultar difícil discernir las imágenes de una ecografía. Pídele al profesional de salud o al técnico que te explique qué es lo que se ve en la pantalla.


El procedimiento para otros tipos de ecografías fetales es similar. Sin embargo, si te realizan una ecografía transvaginal te pedirán que te pongas una bata de hospital o que te desvistas de la cintura para abajo. Te reclinarás sobre una camilla de exploración y colocarás los pies sobre estribos. El transductor estará cubierto por una funda plástica, como un condón, y lubricado con gel. El profesional de salud o técnico te colocará un transductor en la vagina.

Después del procedimiento

Puedes limpiar con un papel el resto de gel o lubricante. Si te realizaste la ecografía con la vejiga llena, podrás orinar después del examen.

Resultados

Por lo general, una ecografía fetal ofrece la tranquilidad de que el bebé está creciendo y desarrollándose normalmente. Si el proveedor de atención médica desea más detalles sobre la salud del bebé, podría recomendarte pruebas adicionales. 

En Surgery & OB Heallth Care  nos interesa que tu embarazo termine en un evento de alegría para ti y toda tu familia.



miércoles, 6 de mayo de 2020

Atonía Uterina Postparto

Atonía uterina
Como especialista capacitado para atender acientes de Cirugía y Ginecologia y Obstetrucia, la atención de partos, Cesáreas y el control del embarazo es parte del día a día, y aunque siempre se busca realizar esas actividades de la mejor manera, en cualquier momento se puede presentar algo inesperado que ponga en riesgo la vida de la madre o el producto de la gestación. Muchas de estas complicaciones inesperadas se presentan en  los últimos días del embarazo o bien durante y después del parto, algunas de ellas más comunes y de manejo mas "fácil" que otras, pero todas con la posibilidad de darnos un buen susto o complicar el evento que siempre debería terminar dando alegría a una familia. Por eso en Surgery & OB Health Care nos interesa compartir este día un poco de información relacionado con una de estas complicaciones del parto.

La atonía uterina es la primera causa de hemorragia tras el parto y, si no se controla correctamente, puede tener consecuencias mortales para la parturienta. Por ello es importante conocer cómo se aborda esta complicación del posparto.

En la tercera fase del parto, conocida como alumbramiento, tiene lugar el desprendimiento de la placenta, que previamente se ha separado de las paredes del útero. Durante este proceso, el útero suele contraerse para que los vasos sanguíneos que conectaban las paredes de éste con la placenta se cierren. Pero puede ocurrir que el útero no se contraiga por falta de tono, lo que provoca que los vasos sanguíneos permanezcan abiertos y se produzca una hemorragia severa, es decir, una pérdida de más de 1.000 mililitros de sangre.



A esta falta de tono que impide la contracción tras el parto se le llama atonía uterina y es la primera causa de hemorragia después del parto. Según los expertos, alrededor del 70 % de los casos de hemorragia tras el parto se deben a una atonía uterina. 

Si no se controla a tiempo, puede tener importantes riesgos, entre ellos la muerte de la mujer. Pero, este incidente no es demasiado frecuente y suele ser fácil de controlar para los profesionales que conducen el parto.




Tipos de atonía uterina
La atonía uterina suele ocurrir después del parto, pero, dependiendo del momento exacto en el que suceda, se pueden diferenciar dos tipos: 
Atonía precoz: si tiene lugar cuando la mujer está aún en el parto.
Atonía tardía: si se produce en el posparto inmediato, antes de que el útero consiga su involución a las condiciones normales


Esto se debe principalmente a que la puerpera no produce la cantidad suficiente de Oxitocina. 
La oxitocina es la hormona que favorece la contracción en el parto y también en el posparto; en este último momento, su finalidad es permitir que el útero se contraiga para evitar que se produzcan hemorragias.

Además de la falta de oxitocina, la atonía uterina o falta de tono de los músculos del útero en el parto se debe a las siguientes circunstancias:
  • Embarazos múltiples. La atonía uterina es más común en mujeres multíparas que en uníparas, porque en los embarazos múltiples la fibra uterina está más elástica debida al peso y, por tanto, le cuesta más contraerse.
  • Bebés muy grandes. Por la misma razón, porque el útero está muy distendido, suele ser más frecuente la atonía cuando el bebé ha sido muy grande.
  • Acretismo placentario. Es la adherencia anormal de la placenta a la pared uterina. En estos casos, la placenta está muy pegada a las paredes del útero y cuesta mucho trabajo extraerla.
  • Antecedentes de atonía uterina.
  • Alumbramiento de placenta tardío. La salida al exterior de la placenta y de los anejos fetales suele tardar un máximo de 20 minutos desde que nace al niño hasta que se desprende la placenta. Cuando tarda más porque la placenta está muy pegada, o el bebé no es muy a término y la placenta está muy arraigada al útero para que no se caiga, hablaríamos de alumbramiento tardío, y estos alumbramientos pueden derivar en una atonía uterina y una hemorragia.


En el caso de la atonía uterina tardía, las causas son diferentes. Suele deberse a que la expulsión de la placenta no haya sido completa, o bien hayan quedado membranas, lo que impide que el útero se contraiga correctamente, provocando una hemorragia. 


Tratamiento de la atonía uterina
La atonía uterina suele ser una urgencia médica que se presenra principalmente aún durante el periodo de hospitalización de la paciente puerpera, lo que permite que se le dé una atención inmediata ya sea con medicamentos, o con medidas invasivas como procedimientos quirúrgicos de los cuales algunos se  pueden considerar conservadores y otros más radicales.



- Masaje Uterino cada 15 minutos las primeras 2 hrs.
- Medicamentos uterotónicos
- Taponamiento uterino con balon de Bakri
- Ligadura selectiva de arterias (Uterinas, Tubo-ovaricas, Hipogastricas)
- Manejo quirúrgico con suturas hemostaticas (B-Lynch, Hayman, Pereira)
- Histerectomía Obstétrica







En las pacientes que presentan atonia por retención de restos placentarios es necesario una revision manual y/o revisión de cavidad y legrado uterino bajo anestesia.


En Surgery & OB Health Care podemos orientarte o dar atención a la resolución de tu parto o cesárea evitando o resolviendo cualquiera de las urgencias obstetricas como la atonía uterina. Agenda una cita para llevar el control de tu embarazo o para atender tu oarto o Cesárea.