Descripción general
El desprendimiento
de placenta (desprendimiento abrupto de la placenta) es una complicación poco
frecuente, pero grave, del embarazo.

La placenta se forma
en el útero durante el embarazo. Esta se une a la pared del útero y le provee
al bebé nutrientes y oxígeno. El desprendimiento de placenta se produce cuando
la placenta se separa de forma parcial o completa de la pared interna del útero
antes del parto.

Esto puede reducir o bloquear el suministro de oxígeno y nutrientes al bebé, y provocar un sangrado intenso en la madre.
El desprendimiento
de placenta con frecuencia aparece de manera repentina. Si no se trata, pone en
peligro tanto a la madre como al bebé.

Síntomas
El desprendimiento de placenta es más probable que ocurra en el último trimestre del embarazo, en especial, durante las últimas semanas antes del nacimiento. Estos son algunos signos y síntomas del desprendimiento de la placenta:
·
Sangrado vaginal
·
Dolor abdominal
·
Dolor de espalda
·
Sensibilidad uterina
·
Contracciones
uterinas, a menudo, una inmediatamente después de la otra
·
Dureza en el útero o
el abdomen
El dolor abdominal y el dolor de espalda, en general, comienzan repentinamente. La cantidad de sangrado vaginal varía en gran medida y no necesariamente se corresponde con la cantidad de placenta que se haya separado del útero. Es posible que la sangre quede dentro del útero, por lo que podría no haber un sangrado visible si hay un desprendimiento grave de la placenta.
En algunos casos, el
desprendimiento de la placenta se manifiesta gradualmente (desprendimiento
crónico), lo que causa un sangrado vaginal leve e intermitente. Es posible que
el bebé no crezca tan rápido como lo esperado y que tengas un bajo volumen de
líquido amniótico (oligohidramnios) u otras complicaciones.
Cuándo consultar al
médico
Puedes acudir a Surgery & OB Health Care o busca atención de urgencia si experimentas algún
signo o síntoma de desprendimiento de placenta.
Causas
Causas
En general, no se
conoce la causa del desprendimiento de la placenta. Algunas causas posibles son
traumatismos o lesiones abdominales, por ejemplo, a partir de un accidente
automovilístico o caída, o la pérdida rápida del líquido que rodea y amortigua
al bebé en el útero (líquido amniótico).
Factores de riesgo
Los factores que
pueden aumentar el riesgo de presentar desprendimiento placentario comprenden
los siguientes:
·
Desprendimiento
placentario en un embarazo anterior, a menos que el desprendimiento haya sido
causado por un traumatismo en el abdomen que se cree que no está presente en el
embarazo actual
·
Presión arterial
alta crónica (hipertensión)
·
Presión arterial
alta durante el embarazo, que provoca preeclampsia o eclampsia
·
Una caída u otro
tipo de golpe al abdomen
·
Fumar
·
Consumo de cocaína
durante el embarazo
·
Rotura prematura de
membranas, que provoca filtración del líquido amniótico antes de que finalice
el embarazo
·
Infección dentro del
útero durante el embarazo (corioamnionitis)
·
Gestación de más de
un bebé
·
Ser mayor,
especialmente después de los 40 años
Complicaciones
El desprendimiento
de la placenta puede provocar problemas que ponen en riesgo la vida, tanto para
la madre como para el bebé.
Para la madre, el desprendimiento de la placenta puede causar lo siguiente:
·
Choque debido a la
pérdida de sangre
·
Problemas de
coagulación (coagulación intravascular diseminada)
·
La necesidad de una
transfusión sanguínea
·
Insuficiencia renal
o de otros órganos provocada por una significativa pérdida de sangre
·
En raras ocasiones,
cuando no se puede controlar el sangrado uterino, tal vez sea necesaria una
histerectomía
Para el bebé, el desprendimiento de la placenta puede causar lo siguiente:
Para el bebé, el desprendimiento de la placenta puede causar lo siguiente:
·
Falta de crecimiento
por no recibir los nutrientes suficientes
·
Falta de oxígeno
·
Nacimiento prematuro
·
Muerte fetal
intraútero
Prevención
No puedes evitar el
desprendimiento de la placenta, pero sí puedes disminuir ciertos factores de
riesgo. Por ejemplo, no fumes ni consumas drogas ilegales, como cocaína. Si
tienes presión arterial alta, controla esta afección junto con tu proveedor de
atención médica.
Usa siempre cinturón
de seguridad en el automóvil. Si tuviste un traumatismo abdominal, por un
accidente automovilístico, una caída u otra lesión, busca atención médica de
inmediato.
Si ya tuviste un desprendimiento de la placenta y
estás planeando otro embarazo, habla con tu proveedor de atención médica antes
de concebir para saber si hay alguna manera de reducir el riesgo de tener otro
desprendimiento.
Diagnóstico
Si tu proveedor de atención médica sospecha de un desprendimiento de la
placenta, hará una exploración física para verificar la sensibilidad o la
rigidez uterina. Para poder ayudar a identificar las posibles fuentes de
sangrado vaginal, es probable que el proveedor recomiende que te hagas análisis
de sangre y de orina, y una ecografía.
Durante una ecografía, se usan ondas sonoras de alta frecuencia para
crear una imagen del útero en un monitor. Sin embargo, no siempre es posible
ver un desprendimiento de la placenta en una ecografía.
Tratamiento
No es posible volver a adherir la placenta que se separó de la pared del
útero. Las opciones de tratamiento para el desprendimiento placentario dependen
de las circunstancias:
·
El
embarazo no está cerca de la fecha de parto. Si el desprendimiento parece leve, la frecuencia cardíaca de tu
bebé es normal y es demasiado pronto para que nazca (generalmente antes de las
34 semanas de embarazo), pueden hospitalizarte para controlarte de cerca.
Si el sangrado se detiene y el estado de tu bebé es estable, podrías hacer
reposo en casa.
En algunos casos, es posible que te den medicamentos para ayudar a que
los pulmones de tu bebé maduren, en el caso de que sea necesario un parto
prematuro.
·
El
embarazo está cerca de la fecha de parto. Por lo general, después de las 34 semanas de embarazo, si el
desprendimiento placentario parece ser mínimo, es posible que tengas un parto
vaginal controlado de cerca. Si el desprendimiento avanza o pone en peligro tu
salud o la de tu bebé, será necesario un parto inmediato, por lo general,
mediante una cesárea.
En caso de sangrado intenso, es probable que necesites una transfusión
de sangre.
Preparación para la consulta
En general, el desprendimiento de la placenta es una emergencia médica,
por lo cual no hay tiempo de preparación. Sin embargo, es posible que el
proveedor de atención médica observe signos de un desprendimiento inminente.
Según la presunta gravedad del desprendimiento de la placenta, es
posible que te internen en el hospital y te controlen. O también pueden
internarte para hacer una cirugía de urgencia para que nazca el bebé.
Si el bebé y tú están controlados en el hospital, a continuación
encontrarás información que te ayudará a prepararte para lo que sigue.
Qué puedes hacer
Mientras estás en el hospital:
·
Presta
atención a los cambios. Avisa
al equipo de atención médica de inmediato si hay cambios en los síntomas o en
su frecuencia.
·
Infórmale
al médico cuáles son todos los medicamentos que tomas, incluso las vitaminas y los
suplementos. Informa si fumaste durante el embarazo o si consumiste drogas
ilegales.
·
Pídele
a un ser querido o a un amigo que te acompañe si es posible. La persona que te acompaña
puede ayudarte a recordar la información que te proporcionan, en especial,
durante una urgencia.
Algunas preguntas que podrías querer hacerle al médico son las siguientes:
Algunas preguntas que podrías querer hacerle al médico son las siguientes:
·
¿Qué
pruebas necesito hacerme?
·
¿Corre
peligro el bebé? ¿Y yo?
·
¿Cuáles
son las opciones de tratamiento?
·
¿Cuáles
son las posibles complicaciones?
·
¿Qué
puede pasar si el bebé nace ahora?
·
¿Necesitaré
una transfusión de sangre?
·
¿Qué
probabilidades hay de que necesite una histerectomía después del parto?
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te pregunte lo siguiente:
·
¿Cuándo
comenzaron tus signos y síntomas?
·
¿Has
notado cambios en los signos y síntomas?
·
¿Cuánto
has sangrado?
·
¿Sientes
que el bebé se mueve?
·
¿Has
notado pérdida de líquido trasparente de la vagina?
·
¿Tuviste
náuseas, vómitos o aturdimiento?
·
¿Tienes
contracciones? Si es así, ¿con cuánta frecuencia?